Las empresas de transporte compartido caen ante la nueva propuesta de normas
Símbolo del Ticker: UBER, LYFT, DASH
Las acciones de las empresas que dependen de los "trabajadores curros(gig)" cayeron bruscamente hoy después de que el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos emitiera una propuesta que podría dar lugar a que muchos trabajadores contratados en empresas como Uber y DoorDash fueran reclasificados como empleados. Las acciones de Uber bajaron un 6,1% en la sesión de la tarde, mientras que las de Lyft y DoorDash cayeron un 6,6% y un 3,1%, respectivamente. Las tres empresas han tenido dificultades para seguir el ritmo del S&P 500 en lo que va de año.
El cambio de clasificación podría tener una gran repercusión en la rentabilidad de las empresas de transporte compartido que, por lo general, dependen de que sus conductores compren, mantengan y reposten sus propios vehículos para llevar a cabo los servicios de las empresas para las que trabajan. Si la propuesta se aplica como norma, los costes laborales de estas empresas también se dispararían porque tendrían que pagar impuestos adicionales y podrían tener que ofrecer prestaciones a sus empleados recién clasificados.
Las partes interesadas, incluidos los sindicatos, los conductores individuales y las empresas afectadas, tienen 45 días para comentar la propuesta, que el Departamento de Trabajo tendría que revisar. Los cambios se enmarcarían en la Ley de Normas Laborales Justas, que estipula beneficios y protecciones para los empleados, como un salario mínimo, horas extras pagadas y contribuciones al seguro de desempleo.
El gobierno dijo que la nueva norma sobre contratistas independientes tiene como objetivo "proteger los derechos básicos de los trabajadores" y facilitar a los empleadores la clasificación adecuada de sus trabajadores. Las reglas revisadas volverían a las directrices de la era Obama y revertirían una interpretación de la administración Trump sobre la aplicación de la ley a los trabajadores contratados. Las empresas de transporte compartido, de reparto de restaurantes y de servicios de mensajería han pasado a depender de millones de trabajadores a tiempo parcial en la última década.
Las empresas argumentan que la estructura actual permite la flexibilidad y la auto propiedad de sus trabajadores, mientras que los defensores de los derechos laborales han argumentado que las normas actuales permiten a las empresas aprovecharse de sus trabajadores debido a la laxitud de la supervisión. Uber, sin embargo, ha argumentado en el pasado que una gran mayoría de sus conductores ganan bastante más que el salario mínimo, y los que no lo hacen, trabajan muy pocas horas en la plataforma de la empresa.
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