La Fed sube la tasa de interés clave en 75 puntos básicos, pero se muestra menos agresiva
El 27 de julio, el Comité Federal de Mercado Abierto de los Estados Unidos (FOMC) elevó su tasa de interés oficial en tres cuartos de punto para luchar contra la inflación. En su cuarta subida de las tasas de interés desde el inicio de la pandemia de COVID, la Reserva Federal (la Fed) aumentó la tasa objetivo de los fondos federales hasta un límite superior del 2,5%. Los rendimientos de los bonos cayeron al conocerse la noticia, y el rendimiento clave del Tesoro a 2 años bajó 8 puntos básicos hasta situarse por debajo del 3%. El rendimiento a 10 años bajó 2,4 puntos básicos, hasta el 2,78%.
Como muestra de la rapidez con la que ha cambiado el panorama de la inflación en los EE.UU., el objetivo actual de fin de año del 3,4% ha subido casi un 2% desde la proyección del 1,9% del banco central en marzo. Además, el FOMC también modificó su declaración de la reunión de junio añadiendo una línea en la que decía que "los indicadores recientes de gasto y producción se han suavizado". Si bien el comentario y la subida de tasas coincidieron en gran medida con lo que esperaban los participantes en el mercado, hubo un ligero cambio de tono en la conferencia de prensa posterior a la publicación del comunicado del FOMC.
En primer lugar, el presidente Jerome Powell dijo que, aunque cree que podría ser apropiada otra gran subida de tasas en la próxima reunión del FOMC en septiembre, el curso de acción definitivo del FOMC sería determinante para los datos. Esta afirmación supone un ligero cambio con respecto a la reunión de junio, en la que el presidente transmitió que habría una gran subida en julio, independientemente de los datos que se conocieran. En los últimos meses, a medida que la inflación se ha calentado, la orientación explícita sobre el tamaño del próximo movimiento se ha vuelto más común.
En segundo lugar, Powell también dijo que el ritmo al que la Fed aumentaría las tasas se ralentizaría en algún momento y que el FOMC se estaba "acercando a donde tenemos que estar" tras las subidas anticipadas. En tercer lugar, y probablemente lo más importante desde la perspectiva del mercado, cuando se le preguntó si las expectativas del mercado de recortes de tasas en 2023 eran realistas, el presidente se limitó a decir que era demasiado pronto para mirar tan lejos. Los inversores, que han llegado a esperar comentarios muy agresivos del presidente últimamente, pueden haberse sorprendido por la apertura a la idea de que una ralentización inducida por las subidas de tasas en 2022, puede requerir recortes de tasas ya en 2023.
La Fed tampoco cree que la economía estadounidense esté actualmente en recesión, pero sí señaló que el camino para evitar una recesión y al mismo tiempo atajar la inflación se estaba estrechando. La política monetaria está anclada en la teoría de que los aumentos tempranos de las tasas de interés son fundamentales para controlar la inflación y las expectativas de inflación, y retrasar las subidas hace más difícil abordar el problema. El presidente también señaló que la Fed desea que la economía crezca más despacio de lo que lo haría para dar tiempo a las cadenas de suministro a recuperarse.
Además de subir las tasas, el FOMC mantuvo su orientación de que la tasa de interés de referencia podría terminar el año en el 3,4% en sus proyecciones "dot plot". Teniendo en cuenta la actual tasa de referencia del 2,5%, la orientación actual implicaría unos 175 puntos básicos de endurecimiento adicional. Podría aumentar las tasas en otros 50 puntos básicos en su próxima reunión de septiembre y terminar el año con subidas de 25 puntos básicos en noviembre y diciembre. Dada la falta de un mayor grado de agresividad en el comunicado del FOMC y en su presidente, los mercados subieron, con un aumento del S&P 500 cercano al 3% y del Nasdaq del 4,3%.
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