El Banco Central Europeo subirá las tasas por primera vez en once años
Hoy, El Banco Central Europeo (BCE) dijo que el banco central de la zona del euro subirá las tasas de interés de referencia en 25 puntos básicos en julio y señaló que podría haber mayores subidas de tasas en el segundo semestre del año. Esta es la primera subida de tasas que el BCE llevó a cabo desde 2011. Tras un prolongado periodo de tasas de interés entre cero y negativos, derivado de la lenta recuperación de la crisis financiera mundial de 2008, la crisis de la deuda griega, el Brexit y el malestar económico general, el aumento de la inflación ha obligado al banco a actuar.
Aunque el BCE mantuvo las tasas sin cambios en la reunión de hoy, el comunicado oficial decía que "si las perspectivas de inflación a medio plazo persisten o se deterioran, será apropiado un incremento mayor en la reunión de septiembre". En su "escenario base", el Consejo de Gobierno del banco central cree que sería apropiada una senda sostenida de futuras subidas de tasas. La lectura de la inflación actual en los 19 países que utilizan el euro alcanzó un máximo histórico del 8,1% en mayo.
La subida de tasas del banco en julio llevaría la tasa de depósito al -0,25% desde el -0,5% actual, y potencialmente al +0,25% a finales de septiembre, si opta por una subida de 50 puntos básicos en esa reunión. En la actualidad, la tasa de interés oficial de los depósitos en la zona del euro es negativo desde hace más de ocho años. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, también señaló que la estrategia del banco será comenzar con subidas lentas y graduales de las tasas, para luego aumentar el ritmo si no se logra controlar la inflación.
El BCE también dijo que "la alta inflación es un reto importante para todos nosotros. El Consejo de Gobierno se asegurará de que la inflación vuelva a su objetivo del 2% a medio plazo". Se trata de un cambio relativo en la política del BCE en los últimos 6 meses. Si bien ha sido uno de los bancos centrales más reacios a subir las tasas, las cifras de inflación sostenidas y elevadas y la prolongación de la guerra en Ucrania han convencido al banco de que debe actuar pronto, o la inflación podría descontrolarse.
Además de subir las tasas, el BCE también ha recortado sus perspectivas de crecimiento para la región. Mientras que en sus proyecciones de marzo, el banco esperaba que la economía de la zona creciera a un ritmo del 3,7% en 2022, las perspectivas actuales prevén un crecimiento de sólo el 2,8%. Para 2023, las previsiones de crecimiento se han recortado del 2,8% al 2,1%. La visión sobre el crecimiento económico puede recibir nuevos recortes en reuniones posteriores, especialmente si la guerra en Ucrania conduce a un embargo del gas natural ruso.
Aunque las presiones sobre los precios persisten, hay pequeños indicios de que la inflación podría alcanzar pronto su punto máximo. Los indicadores de precios específicos, especialmente los de los semiconductores, las materias primas agrícolas y los productos acabados de China, están empezando a volver a bajar. Sin embargo, ahora existe el temor real de que tanto los EE.UU. como Europa puedan caer en recesiones leves a finales de 2022. Para disipar algunos de los temores, Lagarde reiteró que el BCE está preparado para hacer frente a cualquier pánico en el mercado y a las consecuencias de la subida de tasas.
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